La posición vertical utilizada desde siempre por diversas culturas y numerosos grupos étnicos, comienza a difundirse en EE.UU. (Howard, 1958); Uruguay (Caldeiro Barcia, 1974); Brasil (Paciornik, 1979) etc., y más recientemente por la OMS (WHO, 1996) a partir de la consideración de sus ventajas, a saber:
• acción positiva de las fuerzas de gravedad que favorece el encaje y el descenso fetales. Se estima que la madre gana entre 30-40 mmHg en valores de presión intrauterina cuando adopta la posición vertical. (Mendez bauer, 1976).
• ausencia de compresión de grandes vasos de la madre (BIeniarz, 1966). Como se sabe la posición supina puede provocar compresión de la vena cava originando disminución del gasto cardíaco, hipotensión y bradicardia, además de sufrimiento fetal si el período expulsivo se prolonga (Giraldo, 1992)
• aumento de los diámetros del canal del parto: 2 cm en sentido ántero posterior y 1 en transverso (Borrel, 1957) y moldeamiento de la articulación coxo femoral (Russell, 1969).
• mejor ángulo de encaje. La posición vertical determina que este ángulo ("dive angle" para la bibliografía anglosajona) sea menos agudo (más abierto) lo que favorece el encaje y la progresión del feto.
• mejor equilibrio ácido base fetal tanto durante el período dilatante (Arbues, 1982), como en el expulsivo (gallo, 1992); (Caldeyro barcia, 1987); (Sabatino, 1992); facilitando la transición feto-neonatal.
• mayor eficiencia de las contracciones uterinas durante el trabajo de parto y el período expulsivo, que se suceden con menor frecuencia pero con más intensidad, lo que provoca menos intervenciones obstétricas, menor uso de ocitocina y menos riesgo de alteraciones de latidos cardíacos fetales (Mendez Bauer, 1975)
• menores presiones intravaginales, lo que disminuye la resistencia al pasaje del móvil fetal por la relación directa entre relajación de músculos perineales y el grado de flexión coxo femoral. La mayor presión intrauterina y la menor presión intravaginal se consideran elementos facilitadores de la salida fetal.
Como resultado de las razones expuestas, el trabajo de parto se acorta sensiblemente (Sabatino, 1992); (Paciornik, 1992); (Dunn,
1976).
• beneficios psico afectivos que incluyen la búsqueda de métodos alternativos, menos dolor ( o ausencia del mismo), sensación de libertad y mayor satisfacción luego del parto (Sabatino, 1992)
Fragmento del libro "Tecnologías Apropiadas vs Rutinas Acríticas"
del Dr. Jorge Pronsato Santandreu - Ed. Eudecor Noviembre 2000.
(pag. 55 y 56)